Gripe A (H1N1): preguntas frecuentes
- ¿Qué es la gripe A (H1N1)?
- ¿Cómo afecta a la salud humana?
- ¿Dónde se han producido casos humanos?
- ¿Cómo se contagia la enfermedad?
- ¿Se puede comer carne y productos de cerdo?
- ¿En qué países se han declarado brotes en la cabaña porcina?
- ¿Existe un riesgo de pandemia?
- ¿Hay alguna vacuna para el hombre que proteja de la gripe por A (H1N1)?
- ¿Qué medicamentos hay disponibles como tratamiento?
- ¿Qué debo hacer si tengo un contacto habitual con cerdos?
- ¿Cómo puedo protegerme del contagio de la gripe por A (H1N1) de personas infectadas?
- ¿Qué debo hacer si creo que tengo gripe por A (H1N1)?
¿Qué es la gripe por A (H1N1)?
La gripe por A (H1N1) es una infección respiratoria aguda y
muy contagiosa de los cerdos, causada por alguno de los varios virus
gripales de tipo A de esa especie. La morbilidad suele ser alta, y la
mortalidad baja (1%-4%). El virus se transmite entre los cerdos a través
de aerosoles, por contacto directo o indirecto, y a través de cerdos
portadores asintomáticos. Durante todo el año se producen brotes en
esos animales, pero la incidencia es mayor en otoño e invierno en las
zonas templadas. Muchos países vacunan sistemáticamente a sus cabañas
de cerdos contra la gripe por A (H1N1).
Los virus de la gripe por A (H1N1) son en su mayoría del
subtipo H1N1, pero también circulan entre los cerdos otros subtipos,
como H1N2, H3N1 y H3N2. Estos animales pueden verse infectados asimismo
por virus de la gripe aviar y por los virus gripales estacionales que
afectan al hombre. Se cree que el virus porcino H3N2 procede del ser
humano. A veces los cerdos se ven infectados simultáneamente por más de
un tipo de virus, lo que permite a éstos intercambiar genes. El
resultado puede ser un virus gripal con genes de diversa procedencia, lo
que se llama un virus "reagrupado". Aunque los virus de la gripe
porcina son normalmente específicos de esa especie, en ocasiones saltan
la barrera interespecies y provocan la enfermedad en el hombre.
Se han notificado ocasionalmente brotes y casos esporádicos de
infección humana por el virus de la gripe por A (H1N1). En general los
síntomas clínicos son similares a los de la gripe estacional, pero las
manifestaciones clínicas son muy variables, desde una infección
asintomática hasta una neumonía grave que mata al paciente.
Como las manifestaciones clínicas habituales de la gripe por A
(H1N1)en el hombre se asemejan a las de la gripe estacional y de otras
infecciones agudas de las vías respiratorias superiores, la mayoría de
los casos se han detectado casualmente mediante los sistemas de
vigilancia de la gripe estacional. Muchos casos leves o asintomáticos
pueden haber pasado desapercibidos; así pues, se desconoce hasta qué
punto está extendida la enfermedad en el ser humano.
¿Dónde se han producido casos humanos?
Desde que se empezó a aplicar el RSI(2005)1 en 2007, se han declarado a la OMS casos de gripe por A (H1N1) registrados en los Estados Unidos y en España.
¿Cómo se contagia la enfermedad?
Normalmente la gente se contagia a partir de cerdos infectados, pero algunos casos humanos carecen de antecedentes de contacto con esos animales o con entornos en que los haya habido. Ha habido casos de transmisión entre personas, pero limitados a contactos cercanos y a grupos cerrados de personas.
La gripe por A (H1N1) no es una enfermedad de declaración
obligatoria a las autoridades internacionales de sanidad animal (OIE,
www.oie.int), por lo que se desconoce su distribución internacional
entre los animales. La enfermedad se considera endémica en los Estados
Unidos. Se sabe también que se han registrado brotes en América del
Norte, América del Sur, Europa (incluidos el Reino Unido, Suecia e
Italia), África (Kenya) y zonas de Asia oriental, incluidos China y
Japón.
Probablemente la mayoría de las personas, no habiendo estado
en contacto regular con cerdos, carecen de la inmunidad necesaria para
prevenir la infección. Si un virus porcino consigue transmitirse
eficientemente de persona a persona, puede causar una pandemia de gripe.
El impacto de una pandemia causada por un virus de esa naturaleza es
difícil de predecir: dependerá de su virulencia, de la inmunidad ya
existente en la población, de la protección cruzada conferida por los
anticuerpos producidos en respuesta a gripes estacionales y de factores
propios del huésped.
En algunos países se dispone de antivíricos contra la gripe
estacional, y esos medicamentos permiten prevenir y tratar eficazmente
la enfermedad. Hay dos tipos de fármacos: los adamantanos (amantadina y
rimantadina) y los inhibidores de la neuraminidasa (oseltamivir y
zanamivir).
La mayoría de los casos de gripe porcina notificados
anteriormente corresponden a pacientes que se recuperaron plenamente de
la enfermedad sin necesidad de atención médica y sin recibir
antivíricos.
Algunos virus gripales desarrollan resistencia a los
medicamentos antivíricos, limitando la eficacia de la quimioprofilaxis y
el tratamiento. Los virus obtenidos a partir de los casos humanos
recientes de gripe porcina registrados en los Estados Unidos eran
sensibles al oseltamivir y el zanamivir, pero resistentes a la
amantadina y la rimantadina.
No se dispone de información suficiente para formular
recomendación alguna acerca del uso de antivíricos para la prevención y
el tratamiento de la infección por el virus de la gripe porcina. Los
médicos han de tomar sus decisiones al respecto considerando las
manifestaciones clínicas y la epidemiología de la enfermedad, así como
las ventajas y los inconvenientes de la profilaxis y el tratamiento para
el paciente. Ante el brote que se ha declarado en los Estados Unidos y
en México, las autoridades nacionales y locales están recomendando
utilizar oseltamivir o zanamivir como tratamiento y prevención de la
enfermedad en función del perfil de sensibilidad del virus.
Aunque no hay indicios claros de que los casos humanos
actuales de infección por la gripe porcina estén relacionados con
eventos presentes o pasados de síndromes gripales porcinos, sería
aconsejable reducir al mínimo el contacto con cerdos enfermos y
notificar esos animales a las autoridades veterinarias correspondientes.
La mayoría de las personas se infectan como consecuencia de un contacto
prolongado y estrecho con cerdos infectados. En cualquier contacto con
animales es esencial el respeto de unas buenas prácticas de higiene, y
ello es especialmente importante durante las manipulaciones propias del
sacrificio y las operaciones posteriores, para evitar la exposición a
los agentes patógenos. Ningún animal que haya muerto de enfermedad debe
someterse al procedimiento de matanza. Hay que atenerse a los consejos
que dicten las autoridades nacionales competentes.
No se ha demostrado que la gripe porcina se transmita al ser
humano por ingestión de carne de cerdo debidamente cocinada y preparada,
o de otros productos obtenidos del cerdo. El virus de la gripe porcina
muere durante la preparación de la carne de cerdo o de otros productos
obtenidos del cerdo. El virus de la gripe porcina muere al cocinar los
alimentos a una temperatura de 160ºF/70ºC, que corresponde a las
directrices generales para la preparación de carne de cerdo y de otros
tipos.
En el pasado, la infección humana por el agente de la gripe
porcina solía ser leve, aunque consta que ha causado afecciones graves
tales como la neumonía. Sin embargo, parece que las manifestaciones
clínicas de los brotes en curso en los Estados Unidos y México son
distintas. Ninguno de los casos confirmados en los Estados Unidos
presentaba la forma grave de la enfermedad, y los pacientes se han
recuperado sin necesidad de recibir atención médica. En México, se ha
notificado que algunos pacientes sufren la forma grave de la enfermedad.
Para protegerse, aplique las medidas generales de prevención de la gripe:
- Evite el contacto directo con personas de aspecto enfermizo o que tengan fiebre y tos.
- Lávese las manos con agua y jabón a menudo y concienzudamente.
- Lleve una buena higiene de vida: duerma bien, coma alimentos nutritivos y manténgase físicamente activo.
Si hay algún enfermo en la casa:
- Procure que el enfermo ocupe una zona aparte en la casa. Si eso no es posible, mantenga una separación de 1 metro entre el paciente y las demás personas.
- Tápese la boca y la nariz cuando cuide al enfermo. Encontrará máscaras en el comercio, o puede fabricarlas con los materiales que tenga a mano, siembre que sean desechables o se puedan lavar convenientemente.
- Lávese las manos concienzudamente con agua y jabón después de cada contacto con el enfermo.
- Trate de mantener bien ventilada la zona donde se encuentra el enfermo. Utilice las ventanas y las puertas para crear corrientes de aire.
- Mantenga limpio el entorno utilizando productos domésticos de limpieza. Si vive en un país donde la gripe porcina ha causado la muerte de alguna persona, aténgase a los consejos que dicten las autoridades locales de salud.
Si se siente mal, tiene fiebre alta, tos o dolor de garganta:
- Quédese en casa y, en la medida de lo posible no acuda al trabajo, a la escuela ni a lugares muy concurridos.
- Descanse y tome muchos líquidos.
- Cúbrase la boca y la nariz con pañuelos desechables cuando tosa o estornude, y tire los pañuelos usados en un sitio adecuado.
- Lávese las manos con agua y jabón de forma frecuente y meticulosa, sobre todo después de toser o estornudar.
- Informe a sus familiares y amigos de que está enfermo y busque ayuda para las tareas domésticas que exigen contacto con otras personas, tales como la compra.
Si necesita atención médica:
- Póngase en contacto con su médico u otro profesional sanitario antes de viajar, y cuéntele sus síntomas. Explíquele por qué cree que tiene gripe por A (H1N1) -por ejemplo, si ha viajado recientemente a un país afectado por un brote humano de gripe por A (H1N1)- y siga sus consejos.
- En caso de que no pueda contactar con su dispensador de atención sanitaria de antemano, haga saber su sospecha de que padece gripe porcina en cuanto llegue al centro sanitario.
- Tome la precaución de cubrirse la boca y la nariz durante los viajes.
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